jueves, 17 de diciembre de 2009

Madrugada


Cuando te busco, Soledad mía,
siempre te encuentro bordeando el jardín de rosas,
como queriendo impregnarte de sus espinas,
acariciarte con el perfume de sus flores.

!Y te encuentro, Silenciosa!
!Y tu silencio se atesora en mis palabras!
Conmueves mi mirada con tu grito agreste...
¡Oh, silencio de este pecho que mueves!

Te busco y te cultivo,
te aprieto y de sostengo,
te añoro y te cobijo,
¡Oh, soledad de los riscos!

Cada día desciendes por la inclinada ladera,
serpenteando silencios de silenciosa vida,
con la frente hacia el cielo consumiendo nostalgias,
rompiendo con tus plumas el velo de este cuerpo.

Y me atas y te añoro,
y te miro y te tengo,
y suspiro y te invoco,

¡Oh, soledad del canto eterno!

sábado, 12 de diciembre de 2009

Recuerdos en Cadena


Los recuerdos asaltan mis cadenas
Trayendo mis memorias al ahora
pegadas a los zapatos del aroma
de las rosas marchitas de la espera.
Las imágenes me asaltan plañideras
por el lado izquierdo del cerebro
se estremecen con el ya olvidado encuentro
del ayer con el hoy en primaveras.
Me imagino que el eco del perfume
de un viejo tiempo rocía mis neuronas
con su alocado asperjo de ilusiones
bajo el aroma tibio de las rosas.
Pero vuelven de prisa a incrustarse
en el ojo derecho del que asoman
tal relámpago azul de mil canciones
de un pasado cruel que desentona.
De mi lado derecho surgen cruces
de las muertes de antaño que olvidaba
enterré con el alma agarrotada
para seguir viviendo con la aurora.
En este cementerio desvanecen
las palomas de alas muy plateadas
que dejara volar en plena infancia
gritándome del cielo que me amaban.
Cuando niña creía que volaba
al mirar fijamente el horizontes
De ilusiones pegadas en los montes
Donde el sol su bandera enarbolaba.
De las crines de potros sin cadenas
Corría por laderas y por riscos
Los cabellos al viento sin un cinto
Repartían arreboles por las peñas.
Eran tiempos olorosos de aventuras
Donde el eco de la lluvia adormecía
Junto al brazo del padre que mecía
El cuerpo de la infancia con ternura.
Tiempo ingrato arrebatas de mis manos
Las caricias de la aurora y de la luna
Ni la espiga ni el jazmín, nada, ninguna
Se sembró en el jardín de amor profano.
Cuando el tiempo ya pasado me encadena
jalonando el ayer con el ahora
en mi pecho el recuerdo siempre aflora
cuando veo florecer la enredadera.
Ya es pasado pues es tiempo que se ha ido
Trotando de la mano de inocencia
Hoy en día sólo queda la conciencia
De eslabones y cadenas que he perdido.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Canto al Silencio


Como campo de espigas que ondulan con la brisa,
mis emociones viajan y meciéndose en el viento,
se alejan de mi pecho, luego vuelven de prisa,
y se anclan cual latido, hundiéndose en el tiempo.

Yo te busco en silencio y te escapas con alas,
de golondrina herida por el sol de la tarde,
quiero mirar tus ojos y fundirme en la nada,
flameando como espiga en tu campo que arde.

Silencio no te vayas quédate unos momentos,
a romper con tus ondas la costra de mi mente,
necesito tu olvido para viajar contentos,
esta noche fraguada sin sentirme indigente.

Hoy aquí me hace falta la mano de mi madre,
con su caricia blanda y su beso en la frente,
borrando cada sombra, disolviendo en el aire,
las heridas que traigo aunque no era consciente.

Silencio tu llegada me trae la alegría,
encontré en ti el abrigo, que me envuelve en la nada,
acuéstate en mis brazos reposa todavía,
y déjame acunarte para siempre callada.

sábado, 17 de octubre de 2009

Gota de Lágrima

Cae,
cae,
cae, una gota:
Ting,
Splach,
Plum.

Resbala por el vidrio de mi ventana,
que mira hacia la cumbre y se desvanece.

No supe si era un ojo o la lágrima quien corría.
Adiviné los hilos cristalinos que la unían al parpado,
pero se cortaron cuando traté de anudarlos a mi garganta.

Quise con ellos devolver la tristeza hacia los cielos,
olvidarme del agua que escurría miedosa,
descansar del aliento de la tristeza indómita,
refugiarme en el hueco de las letras marchitas.

Ting,
Splach,
Plum.
Raudas se despeñaron.
Corrieron por la vera enfrente a mis pestañas,
liberándome al fin del dolor de estos ojos,
que se abrieron al sol consumiendo el rocío… de mi eterna nostalgia.

martes, 7 de julio de 2009

Corazón de Lucero


Te allegas a mis días con tu luz rosa y blanca
Cimbreas los capullos de amor con gallardía
Me inundas del encanto de tu mirada mansa
Acogida en tu abrazo con total armonía.

Y llegas por las noches cuando sale la luna
Iluminas la alcoba en que el reposo manda
A crear días claros, amor de nueva cuna
Porque al fin has llegado con tu postrera carga.

Depositas legados a los pies de mi cama
Como fruto inmortal de belleza sin mácula
Extiendes de tus manos tan suave que desgrana
La razón de la vida que va abriendo mis alas.

Ya no me marcharé como antes lo hacia
Después de constatar que vienes si te llama
El corazón cansado de vagar sin valía
Porque ahora te tengo por siempre en la mirada.

Manos de manantial, boca llena de gracia
Pecho de madreselva que crece y que se ensancha
Cubriéndome en dulzura, en amor, sin plegaria,
Y te amo porque estas cada noche en mi almohada.

No he de huir nunca más como antes lo hacía
Quedaré silenciosa mirándote a la cara
Escuchando tu voz de noche en letanía
Arrullándome en coros ¡Y se fué mi nostalgia!

miércoles, 22 de abril de 2009

¿Donde están mis ojos?


¿Pero donde están mis ojos?
¿Dónde fueron sin un aviso previo?
Yo los había incrustado a mi piel… ¡Y partieron!
Dejaron sólo la nostalgia, sin visión ni desvelos.
¿Hacia dónde habran ido en esta mañana blanca?
Siento el sol calentar mis cartílagos y no diviso los márgenes
que los circundan.
¿Se habrán cansado de no ver más allá de las lágrimas?
¿Habrán roto las esquinas de la noche que los sumergía y escapado hacia el lago?
¡Me han dejado sin ver el aire que respiro!,
!Me han privado de observar el agua de la fuente,
!Me han dejado sin ver la luz de la mañana,
!Me han privado de ver el color del amor de mi alma.
¿Sabes tú?... ¿Donde están?
¡Porque yo los busco!
En noche buena, en tardes anaranjadas,
en el sol que me alumbra,
en la forma efímera del agua…
¡Pero no los encuentro!
¿Será, acaso, que me vieron cansada?
Yo los busco y los llamo…
¡Ojos!?..., ¡Ojos!?
Por si estan colgando de las ramas.

domingo, 12 de abril de 2009

Hombre Necio que Esperas


Sentado en el dintel esperas como estrella,
regresar la ilusión que ha llenado tu vida,
del color ya maduro de la espera incesante,
y el verde taciturno del naufragado cielo.

Hombre necio que esperas la llama del embrujo,
acallando las voces del corazón marchito,
rebélate en el puerto de tus barcas perdidas,
abre grandes las puertas sembrando nuevas liras.

Jamás dejes entrar la sombra de la noche,
en tu recio estandarte ni en tu frágil cobija,
quítate las esposas que te amarran sedientas,
libérate en estruendos de agua verde marina.

Si la vida te llama para hacerte su amante,
respóndele sonriente que la has amado siempre,
dile que la esperabas para hacerla guirnalda,
que con miles de estrellas coronaras su frente.

Si acaso la esperanza nuevamente naciera,
o se atara a tu barca navegando sonriente,
abrázala con fuerza, acuéstala en tu almohada,
espárcele copihues borrando así la muerte.

Deja ya ese dintel, asalta ya la vida,
estrújala y abrázala como al alma fecunda,
recibe los regalos que del sol se desprenden,
acuéstate soñando y amanece en la fuente.

domingo, 22 de marzo de 2009

Canción Celeste


Por valles o por montes cabalgo ya sin prisa,
deteniéndome a veces a mirar sus colinas
mas yo sigo lanzada por la vía de la brisa
coronando en crepúsculo la razón de mi vida.

Con el sol del verano que ha guardado mi piel,
con los ojos pletóricos del verde de la riba
con el alma sonriente, ligera y dulce miel,
me acerco cautelosa a tu margen y orilla.

Y el grito del encuentro se desata en el Llano,
estremece las hojas de los pinos insignes,
se sumerge en el prado verdeando como manto
y el eco de tu voz me convierte en esfinge.

Como en mi tu verano se ha pegado a tu piel
como en mi tus ojos han capturado el verde,
como a mi tu alma ligera te sonríe sin sed,
y sin ya más te acercas a mi lado y te pierdes.

El alba nos encuentra cimbreando y endulzados,
después de la carrera de los brazos marchitos,
el fragor de los besos en la piel enlazados,
consumieron el verbo, la rosa y el Jacinto.

Y vuelves a tus días más allá de los montes,
Te alejas como espuma que se deshace al viento,
Yo me quedo apegada al aroma del hombre,
Escondiendo la espada, fingiendo que no siento.

sábado, 21 de marzo de 2009

नोस्ताल्गिया दे Ayer


A cada momento siento tu presencia
en los vacíos de la noche negra.
A cada momento me parece que regresas
que dejas nuevamente mis manos,
mi sonrisa y mi pelo,
injertados con el aroma fragante de tu cuerpo.

Enséñame como decir adios con las palabras,
para hacer del humo el aliento que te busca.
Ciega hacia mi tus miradas.
Enséñame a ya no pertenecernos,
a no juntar el tiempo de las hojas,
con la luz del alba.

martes, 24 de febrero de 2009

El Murmullo del Agua


El murmullo del agua, me ha traído el recuerdo,
De tus ojos sonrientes, del aroma del viento.
Me parece que a veces, me llegas desde lejos,
Pero cuando te toco, se deshace tu cuerpo.

En este día el agua, me regaló mil besos,
De esos que fueron tuyos, tan dulces y tan frescos.
Me roció con espuma, parecida al encuentro,
De tu cuerpo y el mío, al abrazo de enero.

Te busqué en cada gota, que mojaba mi pelo,
Me hundí en el lecho claro, en busca del ensueño.
Sin embargo tus brazos, tan fuertes y tan recios,
No cubrieron mi torso, ni me cobije en ellos .

En este día claro, te encontré por momentos,
Cuando hundía los pies, en el remanso fresco.
El murmullo del agua, me trajo por momentos,
El perfume de entonces, el alado recuerdo.

sábado, 14 de febrero de 2009

Entrega



Cuando es bello el sentir del alma mía
y en besos a mi amado yo respondo
viajando entre sus brazos por la vía
del celeste perfume del entorno.

Con amable dulzura le bendigo
y entrego yo mi vida por mi amado
le abro con delicias los postigos
y recorro cual viajera a mi adorado.

Nos amamos dejando en la rivera
del lecho en aguas claras el perfume
cual césped que se abraza en la pradera.

Cuando llega por fin la luz del día
rebosante de estrellas fue la noche
le entrego mil caricias con derroche.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Tu


Mi amado, mi silencio,
Mi angustia, mi mirada,
Mi cadena, mi canto,
Mi soledad, mi llanto.

Mi hoja tierna, mi espejo,
Mi inmortal rosa blanca
Mi cojín de dulzura,
Mi embriaguez, mis ansias,

Mi deseo infinito,
Mi tristeza, mi calma,
Mi pena, mi amargura,
Mi fuerza, mi nostalgia.

Mi luz de luna llena,
Mi cielo de luz pálida,
Mi arrullo, mi capullo,
Mis manos estrechadas.

Mi corazón henchido,
Mi cielo de luz pálida,
Mi cuerpo entrelazado,
Mi amor, mi vida, mi alma.

lunes, 26 de enero de 2009

Instantes


En este día efímero de efímera mirada
mi corazón perdido, me busca sin palabras
la efímera sonrisa de su opaca nostalgia
lanza besos efímeros, despojados de sabia

Esta efímera vida que nos acoge grata
nos entrega ilusiones que efímeras y raudas
se cobijan en cielos de efímeras mañanas
como ramo de flores efímeras y blancas

El canto de las aves de efímeras notas altas
van llenando los campos con efímera gracia
le ofrecen a los hombres como efímeras ráfagas
canción de tiempo nuevo de un camino sin ansias.

Yo quisiera tomarlo aunque efímero pasa
recorrer cada esquina que contenta me llama
con su voz tan efímera, como para alcanzarla
antes que nadie venga a ocupar mi morada.

Con mi lanza y mi escudo con duradera llama
combatir todo intento efímero que ataca
la razón de encontrarte, el amor de mi alma
con efímeros trinos, sin voz, con toda calma.

Los efímeros ojos que recorren el viento
efímero me trae perfumes de lavanda
acaricia mi pelo con su efímera palma
de mano de dulzura…!deliciosa nostalgia!

sábado, 3 de enero de 2009

Despiértate mi Niña


Despiértate mi niña porque llegó la aurora
Con su carga de luces, de nubes y rocío,
A asperjar la mañana y humedecer los párpados
Con la fuerza del viento que besará tu cara.

Despiértate mi niña, azul de luna llena
Te quedaste dormida bajo la luz de mis ojos
Que te alumbran cual lámpara de amor, como un suspiro
Cuando oyen tu cansancio romper la noche calma.

Despiértate mi niña que hace mucho que duermes
Ha llegado la aurora, el sol y la mañana
Ya los pájaros bailan su ronda de alegría
Los grillos silenciosos han bajado a su cama.

Despiértate que es día sin estrellas ni lunas
Ellos ya se marcharon a la casa del padre
A reposar su noche que inventó la tonada
Te meció con suspiros y te acunó con nanas.

Despierta pues la alondra se besó con el sol
La golondrina entona, entona una canción
Los zorzales trabajan picoteando la aurora
Y la torcaza ensaya alegre su pregón.

Despiértate mi niña que la flor ya se ha erguido
En su diáfano tallo buscando al sol naciente
El girasol se mira en el padre que crece
Detrás de la montaña para alumbrar tu frente.

Despiértate mi niña, despiértate sonriendo
Escucha ya los sones de la vida allá afuera
Al silencio lo ha roto el arcoiris luciente
Cuando abrazó a la tierra con su manto celeste.

viernes, 2 de enero de 2009

Efimeramente hablado


La efímera caricia que ellos dos se prodigan
Se enreda en esos cuerpos cual ráfaga de vida
En su efímero tiempo, la efímera delicia
Se suspende en el soplo del viento que los mima.

Los efímeros besos que surgen de sus labios
Como dos amapolas que se palpan los cuerpos
Son alados jacintos, violetas de las aguas
Momentos que se huelen con efímera prisa

Pensamientos efímeros les coronan la frente
Como suaves saetas les traspasan los ojos
Efímeros momentos del corazón que marca
Efímeros latidos, pulsaciones acompasadas.

El efímero paso con el cual dos se encuentran
Desvanece los momentos por correr más a prisa
Tratando de llegar más rápido a la cita
Los convierten en efímeras zancadas amarillas

El efímero pájaro en su efímero vuelo
Abre grandes las alas para alcanzar al viento
Que le lava las penas al compás del silente
Pulular incesante de un efímero beso.

El efímero beso, la efímera mirada
La efímera caricia, la efímera tonada
El efímero verso que ha alumbrado la jaula
Donde yace el efímero recuerdo de la amada.

Nada más que una efímera canción de medio día
los trasporta sonriendo por la arisca quebrada
En efímero vuelo quemó sus alas blancas
En el fuego infecundo de la efímera nada.

El movimiento efímero de las ramas verdeantes
En movimiento efímero, danzarinas osadas
Se restriegan contentas contra la brisa mansa
En efímeras caricia de la fresca alborada.

Esta brisa en perfumes de efímeras octavas
Invaden sus pulmones con efímeras plegarias
los inundan, los renuevan con su olor de guirnalda
Que cuelga de los brazos de las nubes más altas.

Nada más un efímero momento ellos quisieran
Navegar por el cielo, dibujar cien mil lámparas
Y que efímeramente alumbraran como hadas
El rincón olvidado que no veo en sus caras.

Cual golondrina negra de pechera muy blanca
En su efímero vuelo trazan líneas aladas
Se inclinan en la fuente bebiendo un sorbo de agua
Emprenden vuelo abierto, desaparecen raudas.

En el sonido efímero de las hojas en rama
Se deleitan como aves al llegar la mañana
En sus juegos efímeros piruetas como barcas
Se estremecen y cantan con efímeras pautas

Todo, todo es efímero, en efímero vuelo,
Con el que dos se juntan alabando a la vida
Salvo el amor inmenso del creador que llama
Abrazando a sus hijas…, coronando las almas.