viernes, 2 de enero de 2009

Efimeramente hablado


La efímera caricia que ellos dos se prodigan
Se enreda en esos cuerpos cual ráfaga de vida
En su efímero tiempo, la efímera delicia
Se suspende en el soplo del viento que los mima.

Los efímeros besos que surgen de sus labios
Como dos amapolas que se palpan los cuerpos
Son alados jacintos, violetas de las aguas
Momentos que se huelen con efímera prisa

Pensamientos efímeros les coronan la frente
Como suaves saetas les traspasan los ojos
Efímeros momentos del corazón que marca
Efímeros latidos, pulsaciones acompasadas.

El efímero paso con el cual dos se encuentran
Desvanece los momentos por correr más a prisa
Tratando de llegar más rápido a la cita
Los convierten en efímeras zancadas amarillas

El efímero pájaro en su efímero vuelo
Abre grandes las alas para alcanzar al viento
Que le lava las penas al compás del silente
Pulular incesante de un efímero beso.

El efímero beso, la efímera mirada
La efímera caricia, la efímera tonada
El efímero verso que ha alumbrado la jaula
Donde yace el efímero recuerdo de la amada.

Nada más que una efímera canción de medio día
los trasporta sonriendo por la arisca quebrada
En efímero vuelo quemó sus alas blancas
En el fuego infecundo de la efímera nada.

El movimiento efímero de las ramas verdeantes
En movimiento efímero, danzarinas osadas
Se restriegan contentas contra la brisa mansa
En efímeras caricia de la fresca alborada.

Esta brisa en perfumes de efímeras octavas
Invaden sus pulmones con efímeras plegarias
los inundan, los renuevan con su olor de guirnalda
Que cuelga de los brazos de las nubes más altas.

Nada más un efímero momento ellos quisieran
Navegar por el cielo, dibujar cien mil lámparas
Y que efímeramente alumbraran como hadas
El rincón olvidado que no veo en sus caras.

Cual golondrina negra de pechera muy blanca
En su efímero vuelo trazan líneas aladas
Se inclinan en la fuente bebiendo un sorbo de agua
Emprenden vuelo abierto, desaparecen raudas.

En el sonido efímero de las hojas en rama
Se deleitan como aves al llegar la mañana
En sus juegos efímeros piruetas como barcas
Se estremecen y cantan con efímeras pautas

Todo, todo es efímero, en efímero vuelo,
Con el que dos se juntan alabando a la vida
Salvo el amor inmenso del creador que llama
Abrazando a sus hijas…, coronando las almas.