viernes, 11 de abril de 2008

ORACION POR NOSOTROS


Tú que lo cruzaste en mi camino
debes saber, Señor,
cuan acertado fue tu juicio
al ponerlo ante mi.
El amor que tú nos entregaste continúa naciendo,
nos cubre y se derrama día a día
a pesar del largo y añoso camino recorrido.
Te ruego, Señor, humildemente
permitas a nuestros cuerpos
continuar el abrazo
en el que tú nos sumergiste
Que de nuestros labios siga brotando
inacabable miel ardiente
y que de nuestras manos
entrelazadas en futuro y esperanza
emerjan silenciosos collares de caricias
hasta que tú, Señor, nos llames
a continuar nuestro susurro
mas allá de los cuerpos,
bajo el tibio manto de la tierra.

OTOÑO


Desperté en los brazos de mi amado
Cobijada en la tibieza de su cuerpo
Comprendí que el otoño, ya llegado
Con su capa de frio había cubierto
Nuestros cuerpos soñolientos y cansados

Me levante y busque al sol entre la bruma
No respondió jubiloso a mi llamado
Lo había escondido la suave y dulce espuma
De la nube que silenciosa había bajado
A enfriar el jardín humildemente engalanado

Los arboles señoriales se vistieron
de hojas amarillas y rosadas
y van cayendo a la orilla del estero
como sombras de amor enamoradas
del agua que las lleva hacia el clavero.

Allá en tu tierra primavera reina
Sobre los sauces y arboles floridos
El susurro del aire canta luego peina
Los verdes prados y troncos más fornidos
Desentrañando al hombre de su pena.