sábado, 17 de octubre de 2009

Gota de Lágrima

Cae,
cae,
cae, una gota:
Ting,
Splach,
Plum.

Resbala por el vidrio de mi ventana,
que mira hacia la cumbre y se desvanece.

No supe si era un ojo o la lágrima quien corría.
Adiviné los hilos cristalinos que la unían al parpado,
pero se cortaron cuando traté de anudarlos a mi garganta.

Quise con ellos devolver la tristeza hacia los cielos,
olvidarme del agua que escurría miedosa,
descansar del aliento de la tristeza indómita,
refugiarme en el hueco de las letras marchitas.

Ting,
Splach,
Plum.
Raudas se despeñaron.
Corrieron por la vera enfrente a mis pestañas,
liberándome al fin del dolor de estos ojos,
que se abrieron al sol consumiendo el rocío… de mi eterna nostalgia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un honor y a la vez un placer pasear por tus letras, saludos cordiales.