martes, 7 de julio de 2009

Corazón de Lucero


Te allegas a mis días con tu luz rosa y blanca
Cimbreas los capullos de amor con gallardía
Me inundas del encanto de tu mirada mansa
Acogida en tu abrazo con total armonía.

Y llegas por las noches cuando sale la luna
Iluminas la alcoba en que el reposo manda
A crear días claros, amor de nueva cuna
Porque al fin has llegado con tu postrera carga.

Depositas legados a los pies de mi cama
Como fruto inmortal de belleza sin mácula
Extiendes de tus manos tan suave que desgrana
La razón de la vida que va abriendo mis alas.

Ya no me marcharé como antes lo hacia
Después de constatar que vienes si te llama
El corazón cansado de vagar sin valía
Porque ahora te tengo por siempre en la mirada.

Manos de manantial, boca llena de gracia
Pecho de madreselva que crece y que se ensancha
Cubriéndome en dulzura, en amor, sin plegaria,
Y te amo porque estas cada noche en mi almohada.

No he de huir nunca más como antes lo hacía
Quedaré silenciosa mirándote a la cara
Escuchando tu voz de noche en letanía
Arrullándome en coros ¡Y se fué mi nostalgia!